¿Cómo termina atracadores?
¿Cuantos capítulos tiene ladrones?
Alguna inclinación en las películas de acción norteamericanas te sostiene en un bucle temporal tal y como si estuvieses atrapado exactamente en el mismo sitio. Como el día de la marmota. Es como sentirse atrapado observando exactamente la misma película constantemente. Intentando de ver una exclusiva película y observando otro título viejo con ciertas peculiaridades cambiadas. Todo semeja un déjà vu. Andas de vuelta de forma permanente en el punto de inicio sin el viaje que haces cerca del tablero de juego tras conocer las tramas mínimas para emocionarte y alegrarte por la distracción mecánica.
Esta es la sensación que me dio el thriller Game of Thieves. El hurto especial (Den of thieves, 2017), la primera incursión en un extenso film del directivo Christian Gudegast. Para comenzar, con guion propio de Paul Scheuring, escoge una trama secundaria muy gastada y muy usada, el ataque a una entidad financiera. Apartado del normalismo que propuso, no obstante, resulta, en ciertos casos, muy fantástico y vivaz. De esta forma, hoy en dia, el ritual es muy conocido, puede ser aproximadamente audaz y ambicioso, y lo que establece el contacto diferencial es el procedimiento que usan los criminales.
¿Quién está tras el vestuario de Money Heist?
Si bien el vestuario de Money Heist fue de Rosa Solano en ámbas primeras temporadas, el diseñador Carlos Díez se encargó para seguir con su estética propia. Carlos Díez, que asimismo se ocupa del vestuario de la serie Sky Colorado y del que charlamos en un producto previo, dejó las pasarelas en 2014 para ocuparse al planeta del vestuario para películas y series de ficción.
Como diseñadora de vestuario obtuvo un enorme éxito, participó en películas como Ma ma, Habitación en Roma o 1898. La última de Filipinas, que ganó el premio Goya al mejor vestuario y ciertas de tiene el aspecto más frecuente sobre esto. Y más allá de que es verdad que el estilismo de la serie está marcado por los monos colorados y no luce por su extensa variedad y exuberancia, es cuanto menos imbécil.
Deja una respuesta